The craft: una película de culto más real de lo que parece

The Craft es una película dirigida por Andrew Fleming lanzada al público en 1996, teniendo éxito instantáneo y con el tiempo se convirtió en una película de culto.

La historia se trata sobre Sara, una chica que acaba de mudarse a Los Ángeles tras la muerte de su madre y un intento de suicidio de su parte. Allí llega a estudiar a un colegio católico en donde siente que no encaja. Tras ser víctima de un rumor después de tener una cita con un chico popular, es rechazada por sus compañeros excepto por el grupo de tres chicas raras que acusan de ser brujas. Enlaza una amistad con ellas y juntas empiezan a explorar las prácticas de brujería, más específicamente el Wicca. Poco a poco descubren el poder de la magia y deciden tomar venganza a las personas que les han hecho daño.

Así como en el catolicismo, el Wicca también tiene sus mandamientos. Bueno, no exactamente se llaman mandamientos pero sí mantras. Uno de estos es la Ley de tres: todo lo que hagas se te devolverá tres veces. Esto quiere decir que si haces un hechizo con odio en tu corazón, se verá reflejado en tu futuro. Estas chicas se obsesionan con su poder y descarrilan completamente el curso de sus vidas y de los demás, provocando muertes y enfermedades.

Ahora bien, ¿Qué pasa con esta película que es tan famosa? Su éxito resulta de la veracidad dentro de la ficción, es decir que si quitamos la levitación, los cambios instantáneos de cabello, los efectos especiales en general, vemos la práctica de rituales prácticamente similares a los que en verdad se realizan en el Wicca, como por ejemplo en su icónica escena en la playa donde llaman a las cuatro esquinas o puntos cardinales que también hacen referencia a los cuatro elementos de la naturaleza.

A diferencia de muchas películas que retratan la brujería, tienen una mirada realista pues en su realización tuvieron presente que querían mantener el respeto hacia quienes practican el Wicca. Por esto mismo tuvieron a un consultor técnico dentro del set quien guiaba y creaba los hechizos y rituales que los personajes iban a realizar en pantalla. Por respeto, también, crearon su propio dios para así no ofender a ninguna deidad.

Como muchas brujas, estos personajes tienen su historia única y un camino diferente al de los demás, es normal que si alguien está interesado en aprender sobre brujería, quiera imitar ciertos rituales o hechizos que ve en películas o series, pero aquí ellas tienen un proceso de aprendizaje, ninguna es experta y por eso recurren constantemente a la tienda esotérica, allí consiguen libros, hierbas, cristales, velas. Esto me parece importante pues deja claro que hay que informase adecuadamente y leer mucho porque no existe una verdad absoluta sobre la práctica, es personal y la magia se adapta a cada persona.

Finalmente debo decir que es una de mis películas favoritas sobre el tema, pues no solo tiene una historia interesante, con puntos de giro impresionantes sino también arcos de transformación en cada personaje que dejan pensando sobre el abuso de poder, la moral y los límites.